Doencas respiratorias
Un edema pulmonar es una acumulación anormal de líquido en los pulmones, en especial los espacios entre los capilares sanguíneos y el alveolo, que lleva a que se presente hinchazón
Causas, incidencia y factores de riesgo
El edema pulmonar generalmente es causado por insuficiencia cardíaca. A medida que el corazón deja de funcionar, la presión en las venas que van al pulmón comienza a elevarse y, por lo mismo dicha presión se incrementa, el líquido es impelido hacia los alvéolos. Este líquido se comporta como una barrera que interrumpe el movimiento normal del oxígeno a través de los pulmones, provocando dificultad para respirar.[1]
El edema pulmonar también puede ser causado por una lesión directa en el pulmón, como la causada por gas venenoso (común en los incendios productores de grandes humos) o infección severa. El daño pulmonar y la acumulación de líquido, que es generalizado en el cuerpo también se observa en la insuficiencia renal, por las grandes pérdidas de proteínas y la consecuente disminución de la presión oncótica en la sangre en comparación con el espacio intersticial.
El edema pulmonar puede ser una complicación de un ataque cardíaco, filtración o estrechamiento de las válvulas cardíacas (tricúspide o mitral) o cualquier enfermedad cardíaca que ocasione ya sea debilitamiento o rigidez del músculo cardíaco (miocardiopatía
Síntomas
Dificultad respiratoria
Insuficiencia respiratoria
Sensación de "falta de aire" o "asfixia".
Sonidos roncos al respirar
Sibilancias
Dificultad para respirar al acostarse, lo que hace que el paciente necesite dormir con la cabeza levantada o usar almohadas adicionales.
Tos
Ansiedad
Inquietud
Sudoración excesiva
Piel pálida
Otros síntomas asociados con esta enfermedad son:
Aleteo nasal
Expectoración sanguinolenta
Incapacidad de hablar
Disminución en el nivel de conciencia
Tratamiento
El oxígeno se administra por medio de una mascarilla o de diminutas cánulas plásticas