Conciliación
Actualmente, el tiempo laboral es el tiempo que rige la organización social. En este sentido, los agentes sociales poseen una relación directa y especial con este tiempo de la vida. Por esto, su papel es central cuando se habla de la organización del tiempo.
La desigualdad entre género no solo se ilustra en el salario, sino también en la repartición de los tiempos de vida. Las mujeres no deben asumir solas la doble presencia. Ellas deben delegar las responsabilidades del hogar haciendo con que aumente la domesticidad masculina. Hace falta concientizar los hombres de su deber en compartir las tareas de cuidados, principalmente en el caso de nacimiento de una criatura.
Con el objetivo de acabar con la discriminación en virtud de los permisos de maternidad, es necesario determinar que hombres y mujeres disfruten de permisos iguales de maternidad y paternidad, así como la posibilidad de bajas por excedencia familiar para ambos los sexos.
La igualdad de trato entre hombres y mujeres solo es viable si hay un trato equivalente entre sus derechos y obligaciones de forma que no sea posible cualquier discriminación.
Algunas experiencias de reorganización de los tiempos que han podido tener lugar en otros países fracasaron, en parte, porque la gente no las veia adaptadas a sus necesidades (reales o supuestas). Por ejemplo, uno de los motivos de fracaso de las 35 horas francesas parece ligado al hecho de que la gente prefere tener mas dias de descanso seguidos que menos horas diarias. Por eso, los sindicatos tienen un papel fundamental en informar y formar a los/as trabajadores/as sobre sus derechos a la conciliación.
La conciliación sigue siendo percibida como un asunto femenino, y por eso, no está incluida como tema central en las negociaciones entre los agentes sociales. Sin embargo, los agentes sociales tienen la posibilidad de modificar la cultura laboral.
Propuestas en destaque:
1) Organización colectiva del tiempo laboral
a. Auto-gestión