Delirio histerico

EL DELIRIO HISTÉRICO NO ES UN DELIRIO DISOCIADO. MALEVAL

Un delirio histérico no está regido por los mismos mecanismos que un delirio psicótico.

La estructura está articulada en el discurso del sujeto, se revela en los efectos que la combinatoria simple y pura del significante determina en la realidad donde ella se produce, constituye la maquina original que pone en escena al sujeto en el campo de nuestra experiencia. Se discierne con precisión si uno no se priva de los conceptos que permiten aprehenderla.

Se puede delimitar a la estructura histérica desde el cuadripe de de lacan que articula los elementos claves del discurso de la histérica: el $ del síntoma, el dirigir su discurso al S1 a quién ubica en la posición de amo, posteriormente despojándolo de este lugar; el S2 y el objeto a ubicado en el lugar de la verdad en su discurso con la presencia del yo ideal y del ideal del yo (la ubicación de esas instancias del ideal dependen de la inscripción del rasgo unario, la cual implica la pérdida del objeto a). En el psicótico esas instancias quedan confundidas o ausentes.

Los sueños edípico, la erotización de las declaraciones, los fantasmas de prostitución, la culpabilidad sexual, son elementos conocidos del discurso histérico. La presencia de alucinaciones visuales pocas veces tiene lugar en los histéricos sin que aparezcan con cierta cantidad de otras perturbaciones: fantasmas de fragmentación del cuerpo, capacidades para la desidentificación y para proyecciones identificatorias, a veces apego a un objeto fálico.

La mayoría de los psicóticos tienen la sensación de un agujero que no logran llenar, los histéricos no se encuentran en presencia del vacío de la forclusión del nombre del padre, sino que les falta la falta (lo que Lacan demostró que está en el fundamento de la angustia de castración). El encuentro con un objeto sexual seria la causa desencadenante especifica de la locura histérica, aunque no es la única que puede provocarlo.

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