Almirante cristóbal colón
La llegada a las Américas coincide con la revitalización del cristianismo en la España, o sea, con base en ciertos ideales de la antigüedad, valoriza la libertad individual e la creencia en el poder de la razón. Las cartas escritas por el Almirante Cristóbal Colón registra fielmente en su diario de a bordo son un documento de primer orden. Las condiciones extremas en las que se realizaban las interminables travesías hablan de la valentía y del espíritu emprendedor de unos hombres que plantan cara a lo desconocido y a todo tipo de penalidades. La sobria constatación del día a día salida del puño y letra del Almirante perfila razas y tierras exóticas, animales fabulosos e idiomas nuevos, pero también nos habla del gran marino y de la gran hazaña que supuso el descubrimiento de América. El testamento es un buen reflejo de la dimensión humana del genovés. El Almirante Cristóbal Colón hace de sus pensamientos un diario muy profesional, y el diario no es solamente de lo que le va aconteciendo, es un diario profesional que recoge muchísimos datos técnicos acerca de los vientos, de las corrientes, de las extensiones que tienen los puertos, de los calados, de los fondeaderos, y que es técnicamente muy perfecto. Por muy sorprendentes que pudieran parecer a primera vista, tanto el personaje de Colón como la empresa del Descubrimiento se explican plenamente a partir de las coordenadas, los conocimientos geográficos y las técnicas de navegación de finales del siglo XV. En efecto, son numerosísimas las ediciones de los Diarios de a bordo y primeras cartas, del Testamento y del Libro de las profecías de Colón. Es mucho más que un Diario de navegación, pues a las anotaciones de tipo puramente marinero, Colón añadió descripciones de gentes, lugares, fauna, flora y reflexiones personales sobre toda clase de temas. Gracias a este documento se ha podido reconstruir muy detalladamente los viajes. El Diario, muy humano, refleja