Algebra
Por la condición de su raza, ella vivía aislada del trato social común, pues los negros y los indios no eran bien vistos, por lo que el color de piel de esta mujer era prueba fehaciente de la unión entre blancos y negros. A pesar de esto, cuando se dejaba ver, su presencia era considerada como un escándalo, su belleza la hacía blanco de habladurías, por lo que se volvió huraña.
Además de ser bella, la mulata empezó a ser famosa por la región pues usaba las hierbas que conocía para realizar curaciones que parecían maravillosas; pero no sólo eso, se decía que también llegó a conjurar tormentas y que incluso, podría predecir los temblores y eclipses.
Los rumores empezaron a correr y las mujeres decían que ella sabía de embrujos y encantamientos. Incluso afirmaban algunos que por las noches, de su choza se veían luces extrañas e intensas y cierta música misteriosa.
Tales hazañas y habilidades empezaron a inquietar a los supersticiosos, quienes empezaron a correr rumores que la hermosa mulata tenía un pacto con el diablo, por lo que las autoridades y los vecinos empezaron a espiarla, sin embargo, la mulata seguía yendo a misa, por lo que calmaba un poco los rumores.
El alcalde de córdoba era Don Martín de Ocaña, un hombre de edad que ardía de pasión por la Mulata. El confesó sus intenciones y ofreció regalos a la sin igual mujer, pero ella no regalaba ni una sonrisa.
El hombre desairado y despechado, acusó a la Mulata de haberle hecho beber un brebaje que le provocó la pérdida de la razón…. El castigo era probablemente la hoguera, así se vengaría del desprecio… suya o de nadie.
La noche de la acusación, el alcalde, policías, amigos y sirvientes fueron hasta la choza de la Mulata, para que en nombre de la