Iammamoto

Autora: Marilda Villela Iamamoto.
Renovación y Conservadurismo en el Servicio Social: ensayos críticos.
La herencia conservadora en el trabajo social
1- Los Fundamentos de la herencia conservadora.
Como profesión inscrita en la división del trabajo, el Servicio Social surge como parte de un movimiento social más amplio, de bases confessionais, articulado a la necesidad de forma doctrinaria y social del laicato, para una presencia más activa de la Iglesia Católica en el "mundo temporal”, en los inicios de la década de 30. En la tentativa de recuperar áreas de influencia y privilegios perdidos.
A partir de la gran movilidad de la clase obrera en las dos primeras décadas del siglo, el debate de la cuestión social atraviesa por toda la sociedad y obliga al Estado, a las fracciones dominantes y a la Iglesia a posicionarse delante de la misma.
Para la Iglesia la Cuestión Social, antes de ser económico-política, es una cuestión moral y religiosa. La intervención del Estado en la cuestión social es legítima, puesto que este debe servir al bien común. El Estado debe así preservar y regular la propiedad privada, imponer límites legales a los excesos de la explotación del trabajo e, proteger los derechos de cada uno, especialmente de los que necesitan amparo.
El trabajo social surge de la iniciativa de grupos y fracciones de clases dominantes que se expresaban por medio de la Iglesia. Aparece como una de las frentes movilizadas para la formación doctrinaria sobre los “problemas sociales”.
El servicio social aparece en un momento de profundas transformaciones sociales y políticas.
La profesión no se caracteriza solamente como una nueva forma de ejercer caridad, sino como una forma de intervención ideológica en la vida de la clase trabajadora, con base en la actividad asistencial; sus efectos son esencialmente políticos: el encuadre de los trabajadores en las relaciones sociales vigentes, reforzando con muta colaboración entre capital y trabajo.
Diferenciando la