Estacio
No está dispuesto Barthes a postergar la ciencia lingüística a un lugar menor; fundamentalmente por que el lenguaje verbal (el que estudian los lingüistas) es, de los lenguajes humanos, el más amplio y completo, y porque atraviesa todos los sistemas de significación dotados de profundidad sociológica; y con ello "todo otro sistema semiológico (imágenes, gestos, objetos) se mezclan con el lenguaje verbal; de donde la semiología es una transición lingüística que atraviesa hasta el lenguaje interior"
Se hará necesario invertir el presupuesto saussureano y Roland Barthes lo hace de modo contundente:
"La lingüística no es una parte, ni siquiera privilegiada de la ciencia general de los signos, la semiología es una parte de la lingüística: precisamente esa parte que se haría cargo de las grandes unidades significantes del discurso".
La semiología no se ocupará solo de textos, sino de todo otro objeto, relato, imagen, etc. que se proponga como discurso.
¿Pero de que manera se hará cargo? Barthes lo ejemplifica con un objeto de estudio: la moda. Dirá con insistencia "me di cuenta inmediatamente que el sistema de la ropa era muy pobre". La ropa es un sistema de signos, pero rudimentarios, por que en si mismos aporta pocos significados; sin embargo, cuando el lenguaje verbal toma la moda a su cargo hace con ella lenguajes poéticos, imaginarios, ideológicos. Se refiere Barthes al que el sistema deja de ser pobre cuando se analiza el discurso sobre la moda. La moda verbalizada (escrita) en las revistas de moda constituidas de esas sustancias mezcladas de lenguaje (sistemas semiológicos pocos puros), sustancias trans-lingüísticas se constituyen en el objeto de estudio de la semiología.
La moda, explica Barthes, "solo existe a