Teologia
Una tradición normativa
Una "tradición normativa" pretende transmitir sus contenidos y garantirse
contra la deformación y falsificaciones, y buscar las actualizaciones necesarias,
cuando sea necesario.[1] Este modelo reconoce la validez de la interpretación
una tradición normativa indicada anteriormente y es casi siempre al servicio de la
su aplicación como una autoridad. Sin embargo, cuando un contexto para la comprensión
dada de antemano, e incluso entonces, obviamente, por una razón u otra se cuestiona
se presentan que requieren la colocación de nuevas hermenéuticas nuevas conexiones
quebrada con la tradición[2]. Un ejemplo de esta interpretación problemática
producido en las relaciones entre el cristianismo y la historia de los primeros siglos
la revelación del Antiguo Testamento, cuando algunos cristianos han promovido una
interpretación del modelo que conserva el sentido literal de la Sagrada Escritura.
Esta lectura trata de encontrar en las prefiguraciones del Antiguo Testamento y las analogías
Históricamente persona real de Jesús. El pasado se relaciona con
esta correspondencia en términos de escala y en la que el histórico
prefiguración divinamente ordenado se complementa con un gran evento posterior.
La presencia viva del Señor sigue siendo el principio hermenéutico
decisiva, incluso después de la redacción de la Nueva Testamento.[3]
La Reforma Protestante del siglo XVI, representa una distinción entre el
mundo político y religioso, una crítica de las estructuras de la Iglesia de la
la comunidad y el énfasis en la conciencia como un criterio para la lectura de la Biblia.
También tiene un corte cuando final, contra la autoridad
Iglesia, que consideraba a sí mismo el guardián e intérprete de las Escrituras, abre el camino impulsos a los críticos más originales y del Nuevo Testamento.