Picasso
Es aquél momento en el que escoges entre miles de sueños que tienes guardados, uno para transformarlo en realidad. O bien aquél momento en el que no consigues decidir que sueño escoger, pero quieres irte e ir decidiéndote a lo largo del camino.El hecho es que ahí estás tú, con una maleta sobre la cama, amigos opinando en cuanto a que poner dentro de ella, algún familiar gritando "para llevar únicamente lo imprescindible" , tu mascota mirándote segundo a segundo con esa carita de "¿porque me abandonas?". Dan ganas de llevar unos tres o cuatro amigos en la maleta, sólo por precaución, pero no entra ¿no?, ¡maldita maleta pequeña! Aún con la maleta incompleta te vas. De coche, de autobús, de avión. A vivir solo, con una tía, un hermano, con aquél ciudadano que encontraste en un periódico. El hecho es que ahora mandas cada vez más en tu realidad, y a veces la realidad se vuelve tan complicada. Ganas amigos nuevos, experiencias nuevas, deseos nuevos y nuevos miedos, nuevas frustraciones, e incluso nuevos sueños. Te sientes libre e independiente (aún que necesites de una ayuda financiera de vez en cuando).Vienen momentos en el que todo empieza a funcionar y te sientes realizado y orgulloso. Luego vienen momentos en los que todo empieza a decaer y te sientes como una basura, un fracaso. Y ahí estás otra vez, con la maleta encima de la cama, con ganas de volver, de rendirte, de morir. Parecía mucho más fácil ¿verdad?. Entonces en el momento de la ducha lloras, gritas, te quejas hasta cansarte de estar odiándote y te caes en la cama y duermes, sueñas (a fin de cuentas ese fue el primer motivo para que estés donde estás, un sueño)Al levantarte con un puto dolor de cabeza, te miras al espejo y te das cuenta -"Madre mía, estoy viva", coge una ropa de la maleta y vete a la vida. ¿Esto quiere decir que te olvidaste de volver? ¡No! Esto quiere decir que olvidaste de rendirte (esa misma semana por lo menos). Y vas viviendo y creciendo, superando.