Síndrome de malabsorción
Los alimentos transgénicos son genéticamente modificados con el fin de mejorar la calidad y aumentar la producción y resistencia a las plagas y con fines de lucro. La generación de los transgénicos produce organismos con características nuevas o mejoradas con respecto al organismo original.
La manipulación genética combina características de uno o más organismos de una forma que probablemente no ocurriría en la naturaleza. El ADN de estos alimentos se ha modificado, por técnicas de ingeniaría genética. En algunas técnicas son implantados fragmentos de ADN de bacterias, virus u hongos en el ADN de la planta. Resultados en el área de la transgenia son alcanzados desde la década de 1970, en la cual fue desarrollada la técnica del ADN recombinante. El primer alimento transgénico se comercializo en Estados Unidos en el año 1994. Era un tomate transgénico con una copia invertida suplementaria de un gen que codifica una enzima capaz de atacar las pectinas componentes de la pared celular vegetal. Como consecuencia, este tomate transgénico tardaba más tiempo en pudrirse. Fue un fracaso comercial, ya que los científicos de Calgene, la compañía que lo desarrolló, partieron de una variedad de tomate con bajo componente aromático y los consumidores no lo aceptaron. Desde entonces hasta nuestros días se han comercializado más de 80 alimentos transgénicos en todo El mundo, sobre todo en Australia, Canadá y Estados Unidos.
El mayor porcentaje de alimentos transgénicos comercializados corresponde a vegetales, aunque también existen ejemplos de animales de granja transgénicos e incluso microorganismos modificados por ingeniería genética que producen mejoras en alimentos o bebidas fermentadas.
La Ingeniería Genética es una rama de la genética que se concentra en el estudio del ADN, pero con el fin su manipulación. En otras palabras, es la manipulación genética de organismos con un propósito predeterminado.
Algunos productos se modifican para contener