Los impuestos como herramienta para restringir el uso o consumo
Alumno: Cláudio J Santos
Desde el punto de vista del bienestar social, el mecanismo de los mercados de oferta y el consumo no siempre asignan eficientemente los recursos es una función de "fallas del mercado", es decir, en función de las acciones realizadas por los agentes involucrados directa o indirectamente en la producción y la demanda de determinado servicio o producto, no se puede llegar al punto de equilibrio, evitando así que el "óptimo de Pareto" se hagan realidad.
Algunos ejemplos de los fallos del mercado, las distorsiones en la competencia (monopolios), la existencia de bienes públicos, externalidades, mercados incompletos, la inflación, el desempleo y las situaciones de información asimétrica. Estos desequilibrios causan ineficiencia, por lo que los mercados asignen sus recursos de manera ineficiente. Estas situaciones justifican el uso de las políticas intervencionistas de los gobiernos en las economías, especialmente en los mercados, con el objetivo de proporcionar el equilibrio y la eficacia de sus mecanismos.
En el ámbito de la economía, una externalidad negativa es un costo graven directa o indirectamente, por un tercero, una empresa o grupo de empresas o el resto de la sociedad por una acción que no participa directamente sin algún tipo de compensación.
El gobierno debe actuar mediante la producción de bienes o la prestación de servicios o subsidios o en busca de generar externalidades positivas. Con el objetivo de desalentar o minimizar los efectos de externalidades negativas, la imposición de sanciones o ajustes de la presión fiscal a través de la progresividad de las tasas de impuestos y reglamentos han sido los mecanismos utilizados por la mayoría de los gobiernos.
Las soluciones pueden ocurrir a través de los códigos morales, las sanciones morales, de instituciones de beneficencia o por el interés de las partes interesadas. De acuerdo con el teorema de Coase, si los