La sociolingüística

La Lingüística se ha consolidado como ciencia a partir de los estudios de Ferdinand de Saussure en Francia y de la publicación de la obra Cours de Linguistique Générale, en 1916, publicada por sus dos alumnos, Charles Bally y Albert Sechehaye, tres años después de su muerte. Saussure definió la lengua (langue) como el objeto central de su tesis en oposición a la habla (parole), la cual es considerada como algo individual. De este modo, la lengua es vista por Saussure como un sistema de reglas o un conjunto de unidades que están organizadas, formando un todo, no incluyendo el hablante y los diversos modos como la lengua se presenta. El nacimiento de la Sociolingüística aparece así a partir de la constatación de la importancia del habla y su preocupación va a ser principalmente la de observar el fenómeno lingüístico en su aspecto dialectal y variacional, bien como analizar cómo funciona la lengua en un contexto de habla y cuáles son los factores que influyen para que los cambios lingüísticos tengan lugar. Los estudios sociolingüísticos se consolidan a partir de 1964 con la realización de un congreso en la Universidad de Califórnia, organizado por William Bright y con participación de nombres importantes de la Sociolingüística mundial como William Labov, Dell Hymes y John Gumpersz. La Sociolingüística, también conocida como Teoría de la Variación, se preocupa en estudiar la lengua en uso en una comunidad de habla, tomándola como algo social que pertenece a todos sus individuos, o sea, su objetivo de estudio es la lengua hablada, en un contexto social y en una situación real de uso. No podemos olvidar que la lengua es un instrumento complejo, con varias posibilidades de uso, las cuales son gestionadas porque el hombre es un ser subjetivo que la utiliza en diversas situaciones. Por eso, se puede decir que cada hablante usa su lengua de la forma que considera mejor para expresar su pensamiento, no dejando de ser una cuestión de gusto. Sin la comunidad no existe