La literatura popular en la edad media
Diego Bravo
Nos es difícil determinar el comienzo de una literatura, sobre todo cuando su código fuente, su idioma, su lengua fueron atravesados por grandes transformaciones y referenciados en contextos medievales con poquísimas pruebas documentales, como es el caso del castellano en la península ibérica. De todas maneras el texto de Martinez (2009) transita por un espacio de recuperación de esos momentos históricos con un estilo directo y funcional, en el sentido de hacernos reflexionar sobre qué es literatura, cuál es su función, sus objetivos, combinados con una información precisa sobre los textos recuperados, sus contextos de producción, y los aspectos intertextuales que permitieron la comunicación entre las diferentes regiones y lenguas romances.
De esta forma puede apreciarse en el comienzo esa propuesta de reflexión sobre qué es la literatura y su función, provocando en el lector un aguzamiento en la intencionalidad de la lectura, induciendo a una ampliación, tal vez, en los criterios de análisis, de manera que nos permita diferenciar una lírica popular tan arraigada en la musicalidad de las costumbres humanas, especialmente en el período medieval, y sus escasos registros escritos.
Es así que la recopilación y estructuración posterior de aquellas cancioncillas cantadas por las poblaciones medievales, transmitidas de boca en boca a través de los juglares, de pueblo en pueblo, como reflejo de las inquietudes humanas resultantes de un día tras día de luchas, de amores y de muerte, hace referencia a un idioma perdido, a una interlengua profunda, como ha sido el mozárabe y sus tan nombradas Jarchas del siglo XI.
De una manera especial, correspondiente con su contexto histórico, esta poesía mozárabe tematiza cuestiones que eran propias de aquella época y pertenecían también a otras regiones, como la gallega, lusitana o catalana, porque el sustrato árabe les ha permitido corporizar, a través de su lengua, las