Historia
El objeto del presente estudio es indagar el pasado reciente con la finalidad de vislumbrar los signos de ruptura política, económica, social, cultural y educacional que tienen lugar en la articulación previa al golpe de Estado de 1973. Corolario de ser un período amplio, complejo e inquietante que ha generado huellas inexorables en una perspectiva de largo aliento y que por tanto merece especial atención, reflexión y análisis, más que una narración cronológica y/o descriptiva de lo ocurrido.
En particular el interés se centrará en la década de 1960 enfatizando primordialmente en la coyuntura acaecida entre 1968 y 1973, con el propósito central de hacer especial alusión a la ola de procesos que concluyen en un sinnúmero de transformaciones radicales, en una crisis estructural y generalizada a nivel nacional delatando en última instancia el fin de un modelo de país –del “Uruguay feliz”, del “Uruguay liberal”, del “Uruguay de las vacas gordas”, de “Como el Uruguay no hay”, de “La Suiza de América” (De los Santos, 2008) – y el comienzo de una nueva etapa.
Sólo a efectos de la adecuada comprensión y estructuración, se divide la presentación en planos o áreas de rupturas, sin embargo resulta imprescindible destacar que los procesos no se dan aisladamente e incluso se articulan y retroalimentan en su desarrollo.
2. Signos de ruptura
2.1. Política
En el plano político es nítidamente observable una crisis integral del sistema, de la partidocracia y del Estado Paternalista, producto de la quiebra del orden político tradicional, de un proceso creciente de debilitamiento y fragmentación interna de los partidos –a los que les resulta casi imposible alcanzar las bases mínimas para el consenso, debido a la emergente diversidad ideológica incluso dentro de los mismos– y del fin del bipartidismo que desde antaño dominaba la vida política (Caetano y Rilla, 1958). Los partidos tradicionales –Partido Nacional y Partido Colorado– y el propio