Apraxia
Alfredo Ardila
Department of Communication Sciences and Disorders
Florida International University
Miami, Florida, EE.UU.
2006
APRAXIA
La apraxia puede definirse como un trastorno en la ejecución de movimientos aprendidos en respuesta a un estímulo que normalmente desencadena el movimiento, sujeto a la condición de que los sistemas aferentes y eferentes requeridos se encuentren intactos, y en ausencia de trastornos atencionales o falta de cooperación (Geschwind & Damasio, 1985). El punto crucial se refiere al hecho de que el paciente posee las potencialidades para la ejecución apropiada del movimiento y de hecho lo logra en diversas circunstancias, pero fracasa cuando el acto debe ejecutarse en respuesta a la orden del examinador (De Renzi, 1989). La apraxia supone entonces ausencia de dificultades motoras tales como parálisis, ataxia y coreoatetosis (Hécaen, 1977), defectos perceptuales, alteraciones graves en la comprensión y deterioro mental severo. Esto no excluye que los pacientes apráxicos puedan tener trastornos motores, lingüísticos y/o perceptuales adicionales, pero no lo suficientemente graves para explicar la apraxia.
En la Tabla 9.1 se presenta una clasificación general de las apraxias. Tal clasificación intenta integrar los diferentes subtipos señalados, teniendo en cuenta el segmento corporal comprometido (extremidades, cara o tronco), si se presenta en forma unilateral o bilateral, y finalmente, si se trata de una apraxia resultante de trastornos en la realización del movimiento (apraxias motoras) o se trata de trastornos de naturaleza espacial (apraxias espaciales) La apraxia se asocia frecuentemente con afasia. Sin embargo, ciertas formas de apraxia se asocian más frecuentemente con ciertos tipos de afasias. En general, se considera que cerca de un 40% de los pacientes afásicos presentan una apraxia ideomotora. Más aún, algunas formas de afasia han sido interpretadas como apraxias segmentarias. Se pueden señalar